El teatro es algo que sucede de verdad. Los actores están en escena físicamente, y el público siente viva su presencia. Pero también los actores sienten la presencia del público (simpático o frío) que está influyendo en la representación y puede provocar el éxito o el fracaso de la obra. Entre el escenario y el auditorio se establece una relación de reciprocidad, una tensión que no sucede ni en la tele ni en el cine.
"To be or not to be" Ernst Lubitsch 1942 |
Ocurre que cuando comienza una representación, en la escena ocurre algo mágico. El actor, deja de ser una persona y pasa a ser otra, un personaje.
Todo es ficción: la escenografía (vestuario y decorado, cuerpo y espacio), la trama.
Todo es ficción: la escenografía (vestuario y decorado, cuerpo y espacio), la trama.
Si el fin es despertar emociones, toda esa ficción ha de encaminarse hacia tal propósito, de forma que las caracterizaciones se exageran en muchos casos hasta la caricatura. Y además debe ser creíble en la medida de lo posible (si aceptamos que las flores a veces cantan, o que el recién nacido niño Jesús se acerca a la edad de su madre hasta lo fisiológicamente imposible –claro que una vez aceptada la inmaculada concepción puede ser más sencillo-).
El teatro ha llegado hasta nosotros a través de una larga tradición. Las obras de Molière, escritas hace más de trescientos años, trasladan al auditorio a una situación histórica lejanda, a la vez que lo divierten.
Para disfrutar el teatro hay que creérselo, pero para apreciarlo es muy útil conocerlo. Ir al teatro es una elección que requiere una intención; la de estar en compañía de otras personas, con una actitud muy diferente de la que adopta el espectador de televisión.
La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito
Truman Capote
Truman Capote
marta guirado
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