la transformación de los objetos y el juego de la ilusión

Todos podemos aprender a leer, a escribir, a pintar y a hacer teatro. Es algo que uno hace sin darse cuenta en múltiples ocasiones. Hacer teatro es muy divertido, Luigi Pirandello comparó fábulas, sueños y otras historias. el arte del actor (del que hace teatro profesional) con la capacidad de los chicos para jugar, fantasear, improvisar, inventar fábulas, sueños y otras historias.

Con algo de fantasía, cualquier objeto puede transformarse en otro totalmente distinto, durante el juego teatral.

¿sabes quién es?

En una representación, una silla puede ser una carretilla o un caballo. Para lograr este resultado mágico, y para que el que lo ve, crea en la transformación, el que primero debe creérselo es el actor, que debe moverse y comportarse. Para conseguirlo, debe tener en cuenta qué movimientos quiere representar y luego, realizarlos con convicción.

También es preciso lograr imaginarse el tipo de esfuerzo necesario para usar el objeto en cuestión.

¿Cómo se prepara una escena?

Para montar el salón del trono de un palacio real, o el púlpito de un caudillo (que es también un actor ante un público) puede ser suficiente el material que se encuentra en una clase cualquiera. El primer paso consiste en hacer el proyecto de la escena: será preciso inspirarse en ilustraciones de castillos antiguos con salas grandiosas, o en los grandes espacios creados para engrandecer a caudillos, o leer descripciones sobre aquellas épocas, y tratar de imaginar cómo eran las cosas. El siguiente paso es obtener un aspecto, convertir el espacio en algo majestuoso. 

Fíjate en esta escena de “El gran dictador” de Charles Chaplin, y observa cuáles son los elementos que sitúan al espectador en ese lugar y momento determinados. ¿Se ayuda el personaje de elementos de su propio cuerpo para crear una atmósfera especial? ¿Qué hay de la niebla de detrás? ¿Sugiere que tras ella hay otro mundo, o parece que no hay nada más?

Lo aconsejable a la hora de crear una escenografía es arrancar de una idea general y seguir luego, tras los intentos que sean preciosos, intentando llegar a un resultado satisfactorio. De hecho, el comienzo de un trabajo de este tipo sugiere con frecuencia diversas soluciones para el montaje de la escena, y se pueden realizar las pruebas que sean necesarias hasta encontrar la solución más apropiada.

Otra forma muy sencilla de montar una escena es la de hacerse biombos de madera o de cartón, y luego pintarlos y colocarlos en el escenario al que están destinados. Mira lo que ha conseguido (arriba) Lele Luzzati, pintando sobre una mampara un tanto modificada, y los dibujos previos para su Pinoccio.

                                                            

marta guirado